Cuando veas un jardín maravilloso felicita al jardinero, pero no dejes de buscar al amo del lugar para agradecerle haberlo hecho posible.
Cuando un jardín te resulte triste y abandonado consuela al jardinero y aléjate del amo del lugar.

viernes, 1 de marzo de 2013

Renuncia tú a tu herencia, so burro

De vez en cuando alguien sube a internet datos sobre el idioma español y su implantación, etc.
Ahora acaban de hacerlo en http://sebastianurbina.blogspot.com.es/2013/03/el-idioma-espanol.html

Una vez escribí sobre la suerte de haber nacido donde nací y no en otro sitio. Que pude haber tenido mejor suerte, quizás, pero que la inmensa mayoría de las alternativas planetarias hubieran sido una putada en comparación con nacer en España.
En la España de 1959 además. No en la de 1930, ni de 1936, ni de 1980... ni en la de hoy.

Aunque no puedan ser conscientes todavía, mis hijos, como tantos españoles de hoy, no han tenido tanta suerte. No se les puede reprochar, ahora, que odien a su país (o en el mejor de los casos; que no les guste su país o que les parezca tentador casi cualquier destino a donde emigrar). Hoy sí hay muy buenas razones para desear que todo se vaya al carajo en 'la puta España'. Hoy sí que España tiene mucho de puta, la pobre.


Dice un refrán que cada uno debe jugar con las cartas que le tocan, pero ¿que pasa si te había salido un buen juego y alguien decidió quemarte tus cartas?.


El afán auto-destructivo de la generación que se hizo cargo de todo en España desde 1978 no tiene explicación. No para mí, al menos.
Luego, pasando los años ya es otra cosa. Se puede perdonar a los que llegaron más tarde y todos los errores que, ellos también, han cometido y cometen. Es verdad que todo el mundo puede informarse y aprender independientemente de las circunstancias. Sin embargo, estas circunstancias han sido demasiado poderosas y el daño ha sido enorme. Mucho antes de retroceder nuestra economía varios decenios, ya nos habían retrasado moral y culturalmente hasta la nada, a lo más cutre y chabacano que yo he podido ver en toda una vida.

Por eso se hace tan difícil recuperarse. Por eso será largo y doloroso volver a parecer una nación, si es que se consigue. Por eso el desánimo se apodera de la gente, que sabe o intuye que nos faltan los cimientos donde edificar, que ya no hay una rampa de lanzamiento ni unas bases seguras de las cuales partir y desde las que podríamos, entonces sí, trabajar hombro con hombro, como se ha hecho otras veces, aquí y en otros lugares y en otros malos momentos en que todo lo accesorio quedó destruido.

Perder lo accesorio, lo circunstancial, lo temporal es perfectamente superable para cualquier sociedad, persona o colectivo. Perder lo material se hace duro pero se reconquista siempre.
Pero sin un pasado con todas sus enseñanzas, experiencias y logros...
Sin una historia conocida y aceptada detrás...
Sin raíces no se puede vivir ni crecer.


Hace tiempo, cuando nos decían entre sandez y sandez que renunciáramos a toda nuestra herencia debimos, simplemente, sonreír y mandarlos a la mierda.

"Vete tú si no te gusta, capullo. Renuncia tú a tu herencia si quieres, so burro.
El futuro no se crea quemando nuestra casa, cabrón"        



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